Escritora y Coach Ontológico 📝
Maternidad consciente, crianza respetuosa y amor propio.
Te pido por favor que busques una posición cómoda y 5 minutos libres para poder leer las líneas que escribo con el corazón en la mano.
Es muy importante que te concentres en cada una de las palabras porque tienen un sentido especial. Lo que más deseo es que puedas entender que te he extrañado y que te necesito mucho.
Me da gran alegría el que te hayas convertido en mamá . Ufff ! Que gran transformación, ha sido maravilloso ver todo lo que has evolucionado, aprendido y creado y aunque siento que a partir de ahí es donde comenzaste a olvidarme, te siento y te veo muy feliz.
Quiero que sepas que eres la mujer de mi vida y aunque nunca te lo he mencionado, hoy quiero hacerlo con toda mi franqueza y mi sinceridad porque he notado que me has olvidado.
No todo lo que haces me encanta, pero a pesar de ello siempre he estado contigo. A veces me has reprochado cosas, te he visto llorar en silencio y en otras ocasiones haciendo escenas de la obra más dramática que pueda alguien imaginar (que por cierto, no tiene nombre pues es de tu creación).
Todo el tiempo he estado, te he acompañado en la búsqueda de “la perfección” y aunque he querido decirte que la perfección eres tú misma, me has ignorado.
Aún así, quiero que sepas que te amo. Sí! Sí te amo a pesar de que pocas veces o quizá ninguna vez me lo has dicho, mucho menos demostrado. Quizá te he abrazado, pero no recuerdo bien cuando y no es que quiera justificarlo pero la frialdad de tus caricias y tu olvido me han lastimado. No voy a negar que te esfuerzas mucho en dedicarme el poco tiempo que te queda “libre” en el día pero aquí estoy y no te voy a abandonar.
Me gusta esperarte, tenerte paciencia, acompañarte a donde elijas o la locura de tratar de entenderte. Cada segundo que pasa te adueñas de alguna parte de mi corazón, me has enseñado lo hermoso que es conocer el amor, y te has transformado en una mujer indestructible después de la llegada de tu bebé. Y esta bien, pero me has olvidado.
A pesar de eso, me gusta cuando bailas, cuando cantas, cuando sonríes. Me gusta que seas tú misma pues cuando lo eres me llenas de alegría y de una sensación de libertad. Cuando permites que el viento toque tu piel es el momento más feliz del día (sin despreciar ese en donde tomas café, aunque a veces frío, es también un momento de placer).
Es tanto lo que me gusta de ti que sé que envejeceré a tu lado y es por eso que hoy te escribo esta carta. Necesito que no me olvides, que me dediques tiempo y que te enamores de mi.
No importa lo que haya pasado, quiero estar contigo, necesito de tu amor, tu cuidado, tu tiempo y tu protección. Nunca dudes de ti ni de lo que puedes hacer o crear. Eres perfecta porque no hay nadie igual a ti en el universo.
Eres mi sueño hecho realidad. A veces me das paz, me das alegría, me haces feliz y en otras ocasiones me ignoras, me olvidas, me cuestionas y me llenas de juicios pero cada día doy gracias a Dios de poder estar contigo a pesar de nuestros momentos grises. Siempre estaré para ti, siempre, sin ninguna condición estaré.
Te amo y te amaré de por vida. Solo quiero pedirte tiempo y sobretodo que me des mucho amor. Te necesito y no quiero perderte. Por favor no me olvides. ¿Nos tomamos un café?
Te estaré esperando siempre en el mismo lugar, al otro lado del espejo.
Atentamente: la mujer que habita en ti
Autor: Erika Monroy
@bichubela
#mamaprimerizaen4topiso