Por: Valeria Berrelleza
•Mamá de 3 💙
•Hablemos de educación en lactancia 🤱🏽
•Derribemos mitos juntos y sumemos realidades✨
Culiacán Sinaloa.
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Abro este artículo con la frase de mucho auge hoy en día “la maternidad será deseada o no será”, y al igual con la maternidad, “la Lactancia materna será deseada o no será”.
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Elegiré siempre la lactancia feliz sobre la exitosa una y otra vez, porque esta no debe ser jamás una imposición social por el hecho de devenirse madre. Esta deberá ser deseada o no será. La mujer entre más obligada se sienta a amamantar estará más lejos de lograrlo. Y no debiera volverse nunca un tema moral puesto no nos define.
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Es verdad la lactancia materna es de enorme ayuda para establecer una maternidad sólida y placentera para la diada, pero para ello deberá ser primero deseada y no impuesta, pues la maternidad no debiera ser nunca un sacrificio sino una aventura para quienes la integran, con sus retos diarios pero con motivación intrínseca de llegar al destino deseado acompañados entre sí.
El primer paso es la conciencia, dar la leche implica darnos, a demanda, saber estar, acompañar, sostener sin juicios y sobre todo confiar. Y para que esto sea así, deberá ser deseado porque a la madre le place darse y no porque tenga que darse. Siempre será más nutritivo el encuentro entre dos personas por el deseo de acompañarse que por el deber hacerlo.
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“Dar lo que no tuvimos duele, pero es la forma de sanar” Yvonne Laborda. Y es así, como la lactancia materna tras haberse perdido muchos años entre generaciones, cuando nos reencontramos con ella, pudiera volverse abrumadora, generalmente al inicio y a veces en algunas otras etapas de la diada. Por eso, algunas mujeres parecieran nacieron para ella mientras que otras tardamos semanas o meses en establecerla. Pero vale la pena saber que ambas formas están bien. Cuando nos es complicado establecerla, nos duele, nos aterra la demanda, nos asusta el no poder ir al baño sin saber si va a despertar a los 5 minutos de nuestra ausencia, nos agota emocionalmente que dependa solo de nuestro cuidado, nos duele la soledad, nos da miedo la vida que pareciera quedó atrás tal vez.
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Es importante saber, que todas tenemos nuestra forma al igual que nuestros propios ritmos. Darnos en la leche a como lo deseamos, con libertad de establecer nuestro como, hace una diferencia enorme entre una lactancia feliz y deseada a una lactancia exitosa por cumplirla. El bebé que recibe a su madre en su leche, necesita recibir más que solo eso.
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Cuando la lactancia es deseada, se vuelve parte de la vida de la diada de una forma natural y esta se ajusta a las necesidades familiares a lo largo del tiempo. La lactancia de una madre que trabaja en casa será diferente a la de una madre con horario de oficina fuera de casa. La lactancia de una madre con hijos más grandes será distinta a la de un hijo único. Todas, a su forma y a sus ritmos, cuando son deseadas son posibles, todas son diferentes y también nutritivas para la sinergia familiar.
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Informarse hoy en día es clave, y no solo porque la información empodera. Es hasta que nos informamos que nos damos cuenta que la maternidad no es como nos la contaron, aprender sobre la realidad de lo que vamos a vivir o estamos viviendo nos ayuda aceptar el momento como es, y así tener el poder de decisión. Cuando la madre desea lactar a su cría y a su vez se informa, se derriban mitos y sobre todo expectativas tanto de nosotras como madres como de la idea que tenemos de los bebés. Esto, deja libre a la diada de establecer su lactancia de forma propia y única. No todas tenemos el mismo ritmo, no todas nos vemos como en la foto de la portada del libro “lactancia materna exitosa” los primeros meses. Algunas la primera vez tardamos 2 meses, otras cuatro y algunas otras pareciera que nacieron para eso. Todas tenemos una historia diferente, y eso está bien. Cuando la madre decide lactar por deseo, todo se acomoda.
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Buscar acompañamiento de expertos en el tema como de madres ya lactantes, es importante para así establecer tu propia tribu, está será vital y muy enriquecedora, puesto te acompañarán en esta etapa y serán un excelente soporte para los retos que se presenten a lo largo de la lactancia.
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Una lactancia feliz ya es exitosa en sí misma, no porque se haya logrado lactar como los demás esperan sino por el disfrute que se haya logrado en sí misma. Confía en tu cuerpo, el bebé es sabio y nadie pide lo que no necesita. Dar la leche es darse. Date sin medidas que todo es temporal, todo pasa. Cada proceso lleva su tiempo y el tuyo es único.
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Te acompaño.
Valeria Berrelleza
Educadora en Lactancia
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